Te despiertas por la mañana. 6:00 a.m. Sales de la cama y ves en el espejo esa cara apagada, sin vida, de la que cada dia estas mas segura que no es la tuya. Vas al baño, llegas a la cocina, tus pies te han llevado hacia ella sin que ni siquiera tu te dieras cuenta [...]. Cojes un vaso de leche y dos galletas, no tienes ni fuerzas para comer algo decente [...]. Comes con una cara que no te la crees ni tu, terminas, te levantas, vas a vestirte, pero no tienes idea de lo que te vas a poner, te vuelves a mirar en el espejo y dices: -¿pero que coño?- y te pones los primeros vaqueros que encuentras y la camiseta de Green Day, crees que eso te va a hacer parecer mas segura de tí misma [...], te atas las converse preparada para la batalla que te espera ahí fuera.
Vas caminando por la calle, pensando en noseque!, caminas por inercia, ya te sabes el camino..si te da te enchufas el mp4 y vas sumida en la sintonía, con esa tan caracteristica melancolía. De camino al instituto te encuentras con esa persona tan especial..estás 3 minutos contados, pues llegas tarde a clase, te despides y vas rapidísimo por la calle, pensado en lo fugaz -pero mágico- que ha sido el encuentro, te hueles la mano...impregnada en SU olor y piensas sólo en ÉL.
Te dices a ti misma: -Estoy obsesionada, lo sé, pero..y qué?-. Sigues el camino y llegas a ese centro de tortura llamado instituto [...]
Te encuentras con tus amigas y con tus no tan amigas, das un beso a cada una, y cada día te repites: -faltan ellas-, tus verdaderas amigas. Piensas en ello pero con la misma deshechas este pensamiento e intentas internarte en la conversación, te sientes un poco fuera de lugar, pero ¿qué mas dá?, aun estás en estado OFF, sigues en tu cama...
Suena el timbre y comienza la misma rutina que son las clases, parece que estás teniendo un DEJA-VÚ, -eso ya lo viví ayer- te dices a ti misma.
Pasas 5 horas entre pasillos, libros, discursillos estúpidos, miradas, te das cuenta de que el cinismo se respira en el ambiente y lo enfocas de forma cómica, te ríes en tu fuero interno...porque el mundo te parece tannn surrealista [...]
En el recreo algo cambia, estás de aquí para allá, ríes, pero sigues pensando lo mismo que esa mañana. En fin...
Sales por fin al mundo de los vivos, mantienes alguna que otra conversación y te vas. Tomas el mismo camino y en un encuentro casual ves a esa persona que te hace tartamudear de vez en cuando, le dices adiós, y te arrepientes de no haberle dicho nada inteligente [...]
Vas inmersa en tus pensamientos. Varios hombres te llaman y te dicen groserías, les miras indiferente y prosigues, te sientes más fuerte. Llegas a casa, comes, LO MISMO DE SIEMPRE, te resignas...pasas la tarde sin ganas, y, entre la tarea, FAMA ¡a bailar!, largas y sentidas conversaciones con cierta persona, y otras tantas con otras tres, son tus amigas, digamos sandra, carla y taty, las aprecias tanto..., se te pasa el rato.
La tarde se desarrolla aburridísima, quieres hacer algo productivo, que te aporte algo, pero tienes la mente saturada, te quieres relajar, intentas dormirte un rato, pero no puedes [...], ya has dormido toda la noche.
Son las 9. Ves tu serie favorita mientras cenas, estas asi 2 o 3 horas (viendo la tele, no comiendo x] ), terminas, ordenas los libros, haces la maleta y tras dar mil y una vueltas por tu casa, te acuestas. Haces uso de tus paranoias nocturnas, ¡cómo no!, piensas en Él, en tonterías, en preguntas sin respuesta, sientes que cada día es igual que el anterior, ¡QUIERES VIVIR!. Pero poco a poco vas cayendo en la inconsciencia. Te dejas ir, y no se sabe en qué momento, te duermes.
Y mañana, otro día igual (monotonía, rutina), la misma gente (más monotóno aún), las mismas cosas (¡hysteria!), las mismas conversaciones insustanciales (SACADME DE AQUI ¡PORFAVOR!), y esa odiosa repetición...
Tara.